Y ‘Volver a empezar’ es el título de una no menos famosa película de Jose Luis Garci, que tuvo el honor de ser la primera película española premiada con un Oscar. Recuerdo como si fuera hoy a la presentadora americana de aquellos oscar anunciando, con un acento muy divertido, eso de 'and the winner is... ¡Volveir a ém...pesaaarrrr…!‘
Pero no voy a hablar ni de una cosa ni de otra: hoy voy a hablar de que estaba comentando a un amigo, en la playa, que yo llenaba mi tiempo con el PC, visitando foros de internet, manteniendo un par de Blogs personales, en especial este, dedicado a Linux, a Debian, al que tenía mucho cariño, que tenía cierto cartel, y más de 200.000 visitas, tanto que, si buscaba, en Google, por ‘debianita’, salía en primer lugar este Blog, lo cual me llenaba de orgullo…
...cuando descubri que a mi amigo todo esto de Linux, y de Debian, le sonaba a chino. Y eso me hizo reflexionar porque… ¿Como explicaría yo, a estas alturas, que es esto de Linux, Debian, etc.… a un ‘ignorante informático’? Así que voy a dedicar esta entrada a… ¡Volveir a ém… pesaaarrrr…!
Y yo empezaría diciendo: A ver, supongo que tu sabes qué es Windows ¿No?
Y a lo mejor también habrás oido hablar de MacIntosh ¿verdad?. Si hombre, lo de la manzana (Apple)
- Bueno, pues entonces deberías saber que Windows, y Mac, son dos sistemas operativos, que son distintos, y que sirven para que los usuarios de ordenadores puedan hacer cosas con ellos. ¿OK?
- Bien, pues Linux es otro sistema operativo que vale para lo mismo.
- Linux es bastante antiguo, está basado en el viejo sistema UNIX que usaban los ordenadores de las empresas, y en un innovador núcleo del sistema que creó un ingeniero finlandés, Linus Tovalds. En sus primeros tiempos (hace unos 25 años) lo usaban los profesionales (y los frikis) porque reconocían que su diseño era buenísimo, pero era poco amigable, solo para expertos.
- Como se creó como un sistema ‘libre’, y abierto, de su concepto base (‘Gnu/Linux’) surgieron distintos enfoques, que se llamaron ‘distribuciones’ (en la intimidad, ‘distros’). Todas tenían el mismo enfoque básico… pero aportaban algunas características que las diferenciaba.
- Pues bien, Debian es una de las distros más famosas de Linux y además pertenece a las llamadas ‘distros fundacionales’ (otra, por ejemplo, es Red Hat) porque de ellas derivaron muchas otras.
- El caso es que - continué…- con el tiempo, Linux se fué ‘humanizando’. ¿Has oido hablar de Ubuntu...? Ubuntu es una distro derivada (‘hija’) de Debian, tiene detrás una gran empresa, y que fueron quienes primero decidieron, seriamente, acercar al usuario doméstico (que solo conocía, en general, Windows) a este otro sistema operativo, tan interesante, facilitándole las cosas. O sea, creando una distribución… ‘amigable’. Porque entendían que este sistema operativo, que todos llamamos, coloquialmente, Linux, tenía potencial para hacer las mismas cosas que Windows, y de hacerlas, en muchos casos, mejor, y desde luego aportando más seguridad, menos exigencias de hardware, menos compromisos y limitaciones, sin tantos programas espías, sin tantos virus… y gratis total. Y apostaron por ello.
- Esto de Ubuntu empezó hacia 2005. Con tal éxito que, a día de hoy, muchas distros linux han seguido ese camino y se han vuelto muy ‘amigables’, usan entornos gráficos como Windows o MacIntosh y, en su aspecto y funcionamiento externo, son muy similares. Aún mejor: como, por diseño, su entorno gráfico es independiente del núcleo del sistema (cosa que no pasa en Windows), tiene la ventaja de poder ofrecer muchos entornos gráficos, diferentes, de manera que cada usuario puede elegir el que más le guste, o el que mejor se adecue a la potencia de su ordenador.
- Pues, de momento, ofrece programas (que aquí se llaman ‘aplicaciones’) muy similares a los usados en Windows, como la suite ofimática LibreOffice, que no tiene nada que envidiar al Word, el Excel o el Powerpoint, y los archivos son compatibles, o el Gimp, como sustituto del Photoshop, etc., O incluso iguales, cuando el diseñador de un programa, o juego, decide crear una versión ‘para linux’. Son las ‘aplicaciones multiplataforma’, como Firefox, Chrome, el reproductor multimedia VLC, gestores de correo, como el Thunderbird, varios juegos, el aMule, el qBittorrent, etc, etc. Y un montón de nuevas utilidades y herramientas para facilitar las cosas: escanear, hacer capturas de pantalla, personalizar el escritorio, crear montajes de audio o de video, convertir archivos, crear o modificar PDFs, grabar sonido o video, etc, etc.
- Y una gran ventaja: casi todos las distros de Linux pueden funcionar en ‘modo Live’, que es como se llama la opción de ‘probar antes de instalar’, así que te basta descargar su archivo de instalación ‘ISO’, meterla en un DVD (o, mucho mejor, en un pendrive), arrancar con ella tu PC, en modo 'Live'… y ver cómo es, y lo que ofrece. Y probarlo.
- En resumen, Linux es un mundo nuevo, te ofrece permite usar el PC, y los programas que necesites, de forma gratuita (se acabó lo de buscar ‘cracks’, piratear, etc), no necesita antivirus (los de Windows, que son los que suelen circular, no le afectan), ni cortafuegos (lo incluye el sistema), que no necesita desfragmentar el disco duro, tiene menos requerimientos de hardware (incluso hay distros, o entornos gráficos, muy ligeros, muy útiles en equipos viejos), se puede probar antes de meterte a instalar nada… y por eso yo me enganché a Debian hace años… y ahora soy un ‘debianita’ acérrimo.
Y dicho esto, seguí, con mi amigo, disfrutando de un magnífico baño, en una muy poco atiborrada playa asturiana, con el mar Cantábrico en calma (como una piscina), a una temperatura de 21 o 22º (y en el ambiente, 24 o 25º) que son temperaturas ideales para estar a gusto (y no con los 38-40º de la costa mediterránea, con el agua a 26 o 27º, que parece que te bañas en caldo), un suave viento del nordeste (‘el viento francés’) para refrescar la cabeza y que no te moleste el sol, unas magníficas bañistas, con bikini, o menos, paseando por la orilla, para refrescar el espíritu…
Asi que acabo de una vez esta entrada, y me zambullo, de nuevo - ¡Volveir a ém… pesaaarrr! - en el ‘dolce far niente’ veraniego.
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