lunes, 20 de enero de 2020

Jugando con mis pendrives

(Y con mis discos duros externos USB).
Ya dije que acabo de instalarme un disco duro SSD, con el que estoy encantado porque, como comenté, ha acortado yo creo que a la mitad, en mi Debian, los tiempos de arranque, y de acceso/instalación de archivos. Y el caso es que, puestos a mejorar más mi viejo sobremesa (de 2009… pero absolutamente suficiente (con Linux, claro) para el uso que le doy), se me ocurrió la feliz idea de montarle una tarjeta interna Pci Express para poder tener USB 3.0, que solo tenía USB 2.
(Un gran éxito. Ya conté en mi otro blog mis aventuras para instalar la tarjeta interna (conocimiento de la existencia de tarjetas internas ‘Low Profile’, identificación de conectores de alimentación, para la compra 'por catálogo', comparación de precios entre tiendas físicas, Amazon… y eBay, etc, etc,) porque me pareció un tema de ‘vivencias’ que encajaba mejor ahí. A eso siguió, también, la compra de un concentrador (o hub) de USB 3.0 para acceder, mucho más cómodamente que en la trasera del PC, a 4 puertos USB 3.0. Y estoy encantado con las nuevas prestaciones.
Así que me he propuesto 'objetivalo', analizando las conexiones por USB, y mis pendrives. Porque debo decir que tengo muchos, y de varias marcas, y de distintas capacidades. Muchos, USB 2.0, pero algunos (y los discos duros externos) por USB 3.0, que hasta ahora no aprovechaba.
Y descubrí muchas cosas…

viernes, 10 de enero de 2020

Trasplante de Audio

Hace un par de días renové antiguos conocimientos, cuando un amigo me comentó que tenía un viejo filme, que le gustaba mucho, pero de mala calidad, y le gustaría conservar esa peli en su colección.... pero en HD. Yo ya apenas uso los ‘programas p2p’, pero me ofrecí ayudarle. 
Y ahora me toca hacer una declaración de principios (personales): no considero que sea pirateo el descargarte cosas para tu simple uso personal… igual que no considero que sea ‘delito’ leer gratuitamente el periódico del día en el bar, mientras tomas un café, o que las señoras lean (sin necesidad de comprarlas) las revistas semanales ‘del corazón’ en su peluquería, o ir a una biblioteca pública y sacar (gratuitamente) un libro… o que un amigo te preste, para escuchar en el coche, un CD con canciones de Maria Dolores Pradera (bueno… o de Tones and I, J. Balvin o Maroon 5)
El caso es que pude descargarme esa peli con muy buena calidad (Blu-ray), pero en inglés… y otra (la misma) de peor calidad, pero en versión española. Y entonces se me ocurrió desempolvar mi instrumental para hacer una fina intervención quirúrgica…

jueves, 9 de enero de 2020

Instalando Debian en un SSD (y II)

Decía ayer que estoy viviendo una nueva experiencia con mi disco duro SSD, y que, lógicamente, he tenido que hacer una instalación de mi Debian ‘desde cero’. Y que, aunque fuese un ‘dejá vu’, me apetecía detallar este proceso, para tenerlo al día, con Debian Buster 10.2.
Y, tras el preámbulo indicado al final de la entrada anterior, este proceso de instalación es simple, y solo es cuestión de seguirlo. Como instalamos desde una ISO ‘netinstall’, hay que estar conecta­do, por supuesto, a Internet, y para evitar líos, mejor a red de cable (eth0) que a wifi (como he di­cho más de una vez, así evitamos eventuales problemas de reconocimiento de los controladores específicos de la tarjeta wifi. Los de la tarjeta de red eth0 son genéricos, y se cargan por de­fecto.)
Lo único a explicar es que, como el disco está ‘tal cual vino', o sea sin particionar, en la fase de Particionado tengo que elegir (¡Como hago siempre, así llevas tu el control...!) y ahí, aceptar que tengo que particionar y, cuidadosamente, ir creando las particiones necesarias (eligiendo, cada vez, ‘nueva’) e introduciendo, también cada vez, el tamaño que quiero para esa nueva partición, el tipo (transaccional ext4, de intercambio, o swap...), el ‘utilizar como...’, la etiqueta, etc. Así que un buen consejo es pensarse un poco, previamente, las particiones que quiero, para hacerlo con las ideas claras (tener creada la 'estrategia de particionado', que decía yo hace mucho tiempo)

Y como aparte de la fase del Tasksel (donde eliges lo que quieres instalar, o no, yo siempre marco 'entorno escritorio Debian, servidor de impresión, utilidades estandar del sistema y desmarco el entorno gnome para marcar solo el Cinnamon), y de cuidarse de elegir que el GRUB se instale (naturalmente...) en el disco duro SSD, no tiene más misterio (1), solo quedaría la ‘post-instalación’ de Debian, que me imagino que es por lo que la gente dice que Debian no es para novatos… pero que en realidad es muy sencillo, solo son cuatro cosas. Veámoslo.

miércoles, 8 de enero de 2020

Instalando Debian en un SSD (I)

Estas Navidades ‘me cayó’ un SSD (en inglés, solid-state drive, o sea un disco duro ‘no mecánico’) y me he puesto a meterlo en mi PC de sobremesa, para vivir esta nueva experiencia.

Debo decir que la primera impresión que me dió este SSD Kingston A400 es que es algo ligerísimo, un 2,5” de 10x7x0,7 cm, con un peso de 41 gramos (vamos, que abulta… ‘menos que medio smartphone’). 

La segunda, que me parece muy barato (tiene casi 500 GB de capacidad (480) y su precio ronda los 50 euracos), así que no se si será el mejor, pero bueno… basta que sea 'suficiente'. 

Y la tercera, que pensando en cómo se debe fijar esto tan pequeño en mi torre… he visto que se venden adaptadores (‘caddy drive’), y no son nada caros pero, leyendo un poco, descubrí también que, como es un dispositivo sin movimiento, sin vibraciones, etc., y con sus (solo) 41 gramos, puede ser suficiente pegarlo en cualquier parte con una cinta adhesiva por las dos caras, o similar, y enchufar los dos cables SATA (el estrecho, de Datos, y el más ancho de la Alimentación).
Y esta es la ‘chapuza’ que, de momento (y por razones de ansiedad por probar), he hecho.